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domingo, 5 de febrero de 2012

Por ti, papá.

Sé que no corren tiempos fáciles, ni para los más luchadores como tú por lo que de verdad me motiva para estar estudiando lo que estudio, lo que me quiero dedicar a ello, y lo que tú me has transmitido desde el minuto cero de mi vida; intentar cambiar las cosas no renunciando jamás a tu valores, luchar por un mundo mejor, y sea lo que sea nunca renunciar a ti mismo ni aunque las circunstancias te tienten a ello.

Al acabar tu jornada, dejas de lado tu bata blanca, pero no la de un alma fuerte, y la de una persona excepcional. No sólo eres para todos los que te rodean un médico ejemplar, si no una persona que ayuda siempre a los que más lo necesitan y por eso eres tan querido y conocido, todo el mundo te aprecia, por nunca dejar de lado tu esencia. Tengo tantos motivos para admirarte...que no acabaría nunca. Tu resistencia, tus ganas de seguir adelante, tu inteligencia, tus mimos. Creo que he heredado de ti tu perseverancia, perfeccionisimo y la autoexigencia, sé que siempre me has exigido, pero también sé que lo hacías para que me diera cuenta de que PUEDO y ahora te doy gracias a ello porque ahora me encuentro con la capacidad de saber como tengo que hacer las cosas, aunque en algún momento echo en falta un consejo tuyo, o me encuentre perdida, sé que estás ahí. Siempre han dicho que soy tu niña consentida y la verdad me encanta creer que es verdad. Ser el ojo derecho de una persona como tú no hace más que tenga motivos para pisar fuerte allá por donde pase como tú bien me enseñaste. Cada vez que te visitaba en la consulta me gustaba sentarme en tu sitio desde el escritorio y en esa silla enorme, y me gustaba contemplar las cosas desde tu punto de vista y deseaba algún día estar desde esa perspectiva. Muy a tu pesar, no será desde la posición de una médico, pero aunque no haya seguido tu vocación, lo aplicaré desde el lado de una politóloga que espera hacerte sentir orgulloso.

Me encanta que te acuerdes y que me cuentes riéndote de todas mis anécdotas cuando era pequeña, pese la distancia, y el tiempo sigo siendo la misma, sigo ocultando estar asustada y tener siempre la apariencia de que nada se puede interponer en mi camino. Siempre que algo me da miedo cierro los ojos y recuerdo cuando venías a contarme un cuento de pequeña a la cama para decirme: "Hija mía, mientras yo esté vivo, no debes de tener miedo a nada" , Sigo siendo inquieta, y teniendo mis prioridades y, aunque ahora debería estar acabando un trabajo no he podido resistir a escribirte ésto, porque mi prioridad ahora mismo es expresar lo que siento después de la emocionante llamada que he recibido y comunicar a los cuatro vientos que tengo el mejor padre del mundo, que aguanta al pie del cañón las circunstancias de un país sometido a violación de libertad. Quiero decir, quiero que seas ejemplo de toda la gente que me lea, para que vea que nada, es motivo para dejar de luchar en lo que tú crees.

Dado que por la represión de los indeseables, tienes dificultades para leer mis e-mails espero que ésto puedas leerlo, y ver que tu pequeña sigue queriéndote lo mismo, o más que antes todavía.

Que nada impida esta lucha, desde aquí mucha gente os manda mucho apoyo, ánimo, y fuerza. Y yo papá, te mando el mayor te quiero jamás dicho en la historia.

Tu Nauara.

lunes, 30 de enero de 2012

Tolerancia CERO.

“No voy a decir eso de “no eres tú, soy yo” porque es mentira. El problema eres TÚ, sí tú, con tu barba desgastada, tus ojos cansados, tu furia desatada. Eres tú y tus problemas con tu mente, contigo mismo. Menosvaloras al resto, porque eres una escoria compuesta de óganos putrefactos de vacío. Y ahora, que ya he visto la luz que hay más allá de tener que soportarte, lo veo claro. Pero espérate, que aún no me voy. Te diré más cosas, te diré que cada vez que una parte de tu cuerpo rozaba el mío, no sentía más que asco, porque sabes qué? Mi cuerpo tiene sensibilidad y sabe reconocer los cuerpos malos que soportan una cabeza enferma y mezquina. No hay peor sensación que la de impotencia, y saber algo pero no poder asimilarlo. Tú no eres adictivo, eres adicto, adicto a menospreciar. Ni una humillación más tendré que aguantar, ni verte la cara que es lo que más agradezco. Has conseguido anularme como persona, pero he jurado que nunca más volverá a pasar. No me has marcado sólo a base de actos, si no a base de palabras y desgastamientos. Quieres que siga? Pues bien, eres un insulto a la humanidad, no te lo digo como mera poseeadora de un escote que es como actúas, si no como una persona que ha vuelto al mundo, que espera algún día en él no haya más gente como tú. Parecías un sueño, y no resultaste ser más que una pesadilla. Ahora que he salido del bucle, y he dado el paso, sólo espero que otras como yo lo den. No me he ido aún, seré imperfecta como me has hecho pensar todos los minutos que he vivido contigo, pero soy una imperfecta persona, cosa que tú no puedes decir, porque no eres más que un ser deplorable. Ahora sí, te puedes ir, educación ante todo después de todo mis valores siguen intactos, o mejor dicho más marcados, no me queda más que decir que a ti, y a los de tu género espero que la vida os trate con correspondencia a lo que habéis hecho, te puedes largar ya y no volver a mi vida nunca más.”

Ante el primer golpe, ADIÓS.
No al matrato a la mujer.  


sábado, 14 de enero de 2012

Busco equilibrio de emociones.

No creo en el amor de tapadera, cuentos, o como le llamo yo, de telenovela cutre. Creo en la atracción física entre dos personas, en la complicidad de las miradas, el apoyo en los momentos críticos, la confianza como base de todo movimiento. Creo que el amor de telenovela está sobrevalorado, no es amor, es enfermedad. Atonta a la gente e idiotiza a las personas, los sucumbe a una dependencia enfermiza. Es como construir una casa por el tejado. Si eso significa amor, jamás quiero estar enamorada. Ni loca.
No quiero que me regalen ni flores ni bombones, prefiero que me lleven a un concierto. Odio los 1os 14 de febrero, mil veces mejor que me regalen un libro cualquier día del año porque le ha recordado a mí. No quiero un tío que me llame princesa 24h al día, quiero que me diga que estoy sexy con la cara lavada nada más levantarme. Me hace más ilusión un abrazo que una promesa que sé que no valdrá nada en el futuro porque se pudrirá con el tiempo. Odio los “para siempre”, nada es para siempre o muy pocas cosas los son, quizás el saber que no son par siempre ayude a valorar las cosas y a incentivar a vivir cada minuto al máximo. No hay cosa que más aborrezca que me un día me traten con la actitud de caballero imperfecto y al día siguiente como un capullo perfecto, prefiero que sea persona a secas, coherente, constante, inculso con errores, quiero enamorarme de una persona, no de una idea inventada por Disney. Es tan difícil entender que no quiero que me den 0 un día y 100 al siguiente? Me encanta que me protejan, pero no que me posean. Antes que me compren un helado y me lleven de la mano prefiero que me inviten a un whisky y hablar de todo y de nada.
Desde luego, quiero que me quieran de verdad y que no me hagan creer que me quieren.
Creo que algunas mujeres son masoquistas. Creo que soy de una especie en extinción.  


miércoles, 4 de enero de 2012

Vienen los Reyes y se van los cuartos.

Hacía mucho tiempo que no escribía. Quizás un año, creo que es hora de retomar este mundillo, y no hay mejor época para hacerlo que las Navidades que están llegando a su fin, por gracia para algunos que no nos entusiasma mucho esta temporada y por desgracia para los estudiantes que apuran la recta final de preparar los exámenes.

Uno de los días señalados de toda Navidad en España, siguiendo con nuestra tradición, es el 6 de enero. Una de esas mañanas frías en las que los niños al compás de villancicos en mi opinión horribles se despiertan con ilusión, alegría, y para los más ambiciosos y malagradecidos a veces con decepción.

No corren tiempos felices para los consumidores y sobre todo de la clase media, o baja. Aún así por regla general se obceca en la idea de consumir casi por obligación y celebrar esta fecha por no devoción y sí como borregos. Personalmente no entiendo a la gente no religiosa que la celebra,-dado que esta lo hace con un motivo de celebración, reflexión- que suma al carro de la hipocresía, consumo, y lo peor consumo cuando no se puede.

Un alto número de padres se gastarán un riñón por cabeza para poder mantener la ilusión a sus hijos, para que puedan tener un último modelo de consola, un juego donde se mata a gente a base de pistola, o un modelo de móvil de última generación por el mero hecho de estar en una época en la que la mayoría ni cree, ni puede alomejor gestionarse dado a los tiempos que corren. Quizás un regalo mejor sería aportar ciertos valores perdidos en la sociedad, austeridad, y menos hipocresía, y más cuando la cartera no rebosa.

De todas formas, felices fiestas para aquéllos quien las celebre de todo corazón, a los otros, quizás la unión y el amor, y el acordarse de los pobres no sea cuestión sólo de una quincena de días si no que quedan 350 días  restantes en las que podéis acordaros del prójimo.

sábado, 19 de marzo de 2011

Todo fluye

Una cosa he aprendido. Y es que por mucho que insistamos en cambiar el rumbo de las cosas, todo acaba pasando. No obcecamos en la idea de tentar a la suerte, de tentar al destino, al flujo del curso, y la vida me ha enseñado que eso no puede ser así.
La esencia de la vida es su naturalidad, a veces intentamos modificar el curso de las cosas, porque nos sentimos imperfectos, y no nos damos cuenta que lo que estamos haciendo es lo antagónico a lo natural, es decir: estamos siendo artificiales.
Muchas veces nos ponemos un antifaz porque pensamos que es mejor de lo que somos realmente. Y no es así, somos como somos y eso nada ni nadie nos puede hacer sentir lo contrario. Buscamos un disfraz que creemos que es mejor pero lo único que hace es que nos delata, nos desgasta y en límites insospechados incluso anularnos poco a poco.
La esencia de la vida, de nuestra vida somos nosotros, nadie la puede vivir por nosotros, nadie nos puede imponer un modo de vida, ni la sociedad, ni el entorno, ni nuestros compañeros.
Quizás la vida sea mucho más simple de lo que algunos la vemos..
...quizás la clave es dejarse llevar y anular esa tensión constante..
Puede que los que nos rodean no nos exijan tanto, y la quid de la cuestión está en que es una autoexigencia personal. Pero ya lo decía Parménides: "Todo fluye" y espero que así sea.

"Memento Vivere".. Acuérdate de vivir

domingo, 20 de febrero de 2011

¿Qué clase de sociedad somos?

Antes que nada que quede claro, que no veo el programa de Operación Triunfo, es más, la verdad que viendo la parrilla diaria y el panorama televisivo, he de decir que poco veo la tele y creo que no me pierdo nada.
Me he enterado que hoy, tras pocas galas de emisión el programa de OT, conocido impulsador de famosos cantantes y aportar (según se vea, y para gustos los colores) estrellas en el mundo de la canción, y brindar alguna oportunidad a jóvenes con dotes de talento en el espctáculo.
Me resulta curioso como es retirado este programa, dado su poca audiencia y la nula compensación que tiene la productora en mantenerla, en cambio programas denigrantes, viva imagen de lo que no hay que hacer y fotografía viva del mal ejemplo, como Gran Hermano (ni se merece tomar prestado el nombre de la majestuosa obra de 1984, porque lo mancha) siguen adelante, promoviendo valores nefastos para la sociedad, para los pequeños, obteniendo como outputs a deshechos y personajes que atentan a la intelectualidad media nacional, deshechando más residuos al vertedero de nuestra actual España.
No es mi intencón hacer un enfrentamiento entre OT y GH, ni me interesa, lo que quiero hacer es una reflexión de nuestra sociedad actual, lo que la gente quiere, y según lo que se ve, la gente quiere ver escenas de violencia verbal (y alguna ocasión traspasar eso), escenas de cópula, que se quedan en eso, en un símil de dos animales que necesitan copular, degradaciones, traiciones, manipulaciones, ¿Es esto lo quiere la sociedad española?, ¿Es esto con lo que se identifica este país?¿Es esto lo que queremos que nuestros hijos vean, y transmitirles?.
He de decir que la idea de un experimento sociólogico de meter a un número de individuos que no se conozcan y observa la convivencia del ser humano durante un período de tiempo para extraer algunas generalidades me parece intersante, pero claro está que no es esta la realidad de GH, se aleja mucho de lo citado. La cosa no se queda en la famosa casa de Guadalix, si no que los parásitos o comadrejas que se quedan años y años en platós de le televisión.
Obviamente no voy a pasar por alto la reciente eminencia del mundo de las lengunas, Marta, una gallega que promueve la gallegofobia, con declaraciones tan insólitas como "y cuando vi que hablaba gallego, me dio un bajón..." ¿De verdad queremos que estos personajes ocupen la mayor parte del medio más inmediato? Ya no sólo eso si no que los espectadores, piezas manipuladas de la productora bajo su inconsciencia interiorizan tales valores y tales ideas, me resulta, por lo pronto, triste y penoso.
Puede que haya algún lector que guste de ver GH que se haya sentido ofendido, si lo hubiera, no es esa mi intención pero he de decir, que, gracias a vosotros, espectadores enganchados a GH (y similares) y a vuestra donacion de audiencia al share programas como estos siguen, crecen, y continuan degradando, e impidiendo que la imagen de esta sociedad consiga limpiarse.

domingo, 23 de enero de 2011

Lo peor de la despedida, no es la despedida en si. La despedida es un acto inconsciente de mera eficiancia: intentas explotar al máximo la posibilidad de besar, abrazar, besar otra vez, un empache de cariño para un tiempo de espera. Lo peor de la despedida, no es la despedida en si, lo peor viene el día después, donde notas el cambio y esa ruptura en la línea cronológica de lo habitual. La habitación está más vacía, el corazón late más lento, todo pesa un poco más y los días de Sol, pues, no tienen tanta gracia.
Lo mejor de la despedida no es el acto de eficiencia en si, lo mejor de la despedida es la consciencia de que se abre una cuenta atrás, para el estimado reencuentro: pensar que cada vez queda menos para, besar, abrazar, besar otra vez. Para dar una calurosa bienvenida




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Fotos hechas en San Vicente do Mar.